Triatlón Lloret y Half Challenge Calella

Triatlón de Lloret

Hace dos semanas que desde Diario de Bicicletas no actualizamos el blog, pero eso no significa que hayan sido días de inactividad ciclista en nuestras vidas. Ni mucho menos. Lo que sí es cierto es que han sido días de infarto.

El pasado 12 de mayo corrí el segundo triatlón de la temporada, el de Lloret. El madrugón fue relativo, ya que el sábado subí con mis padres a cenar a Calella y pasamos la noche en la casita que tienen en St. Cebrià. Eso sí, hacia las 8 de la mañana ya estábamos en Lloret, ya que la salida era a las 9.

Si la semana anterior fue el reventón de rueda llegando a Sitges, esta vez fue lo complicado de encontrar aparcamiento primero y el descuido de olvidarme el DNI en el coche. Sin él no te dejan pasar a Boxes. La cuestión es siempre tener que ir corriendo!

Al final por eso todo quedó en que me tocó correr un poco pero no hay que alarmarse. Chapuzón previo para comprobar que el agua seguía igual de fría que la semana pasada y a la linea de salida a esperar que sonara el bocinazo de salida.

La natación, como siempre, fue el peor sector, aunque en esta ocasión no fue tan mala como otros días. Eso sí, recibí muchos golpes, más de lo habitual sobretodo al girar en las bollas. La primera transición fue una catastrofe, con las prisas, no me había fijado donde tenía la bici, no la encontraba y me pasé de largo. Al retroceder me di un golpe con el manillar de otro triatleta que ya salía con su bici... El moratón me duró casi una semana en el brazo!



Empecé a pedalear y enseguida la carretera subía. Robert, un compañero de equipo ya me había avisado que los primeros metros eran en subida, cosa que no me desagradaba. Los cirrcuitos duros me ponen. Al poco venía una bajada y empezábamos a callejear por Lloret, con lo que no contaba era con un muro de vete tu a saber cuanto % de desnivel. Se me atragantó como los huesos de la uva en nochevieja. Qué sorpresa. Apenas se avanzaba a 10 km/h... y había que pasar 4 veces por allí...

En la segunda vuelta me dobló un grupo de 3 triatletas entre los que estaba Albert Parreño, por lo que intentar seguir su rueda era buena idea con tal de poder hacer, al menos, un buen parcial ciclista. Y eso hice, les seguí hasta la zona que muy acertadamente he bautizado como el muro. Ahí me cogieron unos pocos metros que no pude recuperar a pesar del fuerte descenso que le seguía.

Acabé la bici con más pena que gloria y me dispuse a correr a pie. Intenté salir "alegre", quería quitarme el mal sabor de boca con el que me había bajado de la bici haciendo un buen parcial a pie, pero a penas a los 300m de empezar me di bruces con otro muro con el que tampoco contaba y que rompió lo poco que quedaba intacto dentro de mi.




Al final me dediqué a darle las 2 vueltas a aquel circuito y recorrer los 5km correspondientes.

Finalmente llegué a meta el 148ª clasificado.



Half Challenge Calella

Desde el momento que participé el año pasado en el Half de Berga, me plantee correr el Half de Calella, aunque es cierto que me tiraba para atrás lo monótono del circuito ciclista... Todo cambió cuando la organización del Challenge anunció que para este 2013 el circuito iba a sufrir variaciones e iba a ser mucho más montañoso, con dos subidas a Collsacreu y una al Montseny. Lo que me tiraba para atrás esta vez era lo que he ido comentando en entradas anteriores. Este año, por motivos de horarios no estoy entrenando lo que me gustaría, por lo que decidí que otro año... Hasta que hace unos meses, un compañero del club, miembro del equipo de masters de natación, me comentó que estaba buscando un ciclista y un corredor para montar un equipo para correr el Half de Calella en modalidad de relevos. Sinceramente esa opción no me la había planteado, de echo nunca antes había corrido un triatlón así, pero desde el primer momento me pareció una muy buena idea. Iba a poder competir en ese circuito con la 'tranquilidad' de no tener que correr 21km una vez bajara de la bici :)

El sábado 18 subí con mi gran amigo y compañero Gerard, cofundador del proyecto Diario de Bicicletas a dejar la bici a Calella. Dejamos la bici en boxes y dimos un paseo por la habitual feria del triatleta en este tipo de eventos, nos reimos de los "astronautas" y nos merendamos una pizzaca.



El domingo empezó bien tempranito, había quedado con Joan Francesc "Popy" a las 5 de la mañana que me pasaría a buscar por casa, así que a las 4 ya estaba en pie prepandome las cosas.

La salida de los relevos fue a las 7:27, mientras tanto tuve la oportunidad de ver como los élite llegaban a boxes, se quitaban el neopreno, se ponían el casco y salían corriendo a por sus bicicletas. Resultó entretenido ver a  Javier Gómez Noya o Chris Maccornak revoloteando por allí.


Popy hizo una natación extraordinaria. Tardó 26'32" en recorrer los 1900m de natación, con un mar que estaba muy picado y que dificultó mucho la natación de la mayoría de participantes. Para quitarse el sombrero. Yo salí motivado, sabiendo que sólo tenía que recorrer los 90km de bicicleta, y que tenía que vaciarme. Por algún extraño motivo, y a pesar de la incheta a beber que me había pegado antes de salir, salí muerto de sed. Cometí el error de no llevar ningún bidón de agua, ya que contaba en en St. Cebrià había un avituallamiento, y así fue, pero sólo me dieron un gel, nada de agua ni isotónico. Tocó subir hasta Collsacreu sin poder beber nada, y no sé si realmente fue por eso, pero no iba nada cómodo. Bajaba un piñón, lo volví a subir... me costó encontrar el ritmo en esa primera subida.


Al llegar a collsacreu, bebí agua y cogí otro bidón con bebida isotónica y empezó el descenso. Pasadas las 2 primeras curvas era un descenso fácil, y a pesar de mi nula técnica colina abajo, esta vez no perdí practicamente ninguna posición. Se notaba que la mayoría de los triatletas que iban a mi alrededor acababan de salir del nadar 1900m... mientras yo sacaba fotos a los triatletas de renombre.



Nada más llegar a Sant Celoni empezó la segunda ascensión, fueron unos 8-9 al 7% de media, y esta vez ya me encontré mejor. Un poco después de pasado el pueblo de Mosqueroles, venía un giro a la izquierda y un descenso un tanto peligroso hasta llegar al pueblo de Montseny donde la carretera ya era más ancha. De ahí, hasta llegar a Sant Celoni el terreno y el viento eran favorables y nos plantamos a pie de Collsacreu en un periquete. Era la última subida, y tocó apretar los dientes.


Sin duda, lo mejor de este circuito fue conocerlo tan al dedillo, como me dijo mi padre al salir de boxes, hoy jugaba en casa, y la verdad, que saber cuanto de dura es una subida, o si tras esa curva hay un pequeño repecho ayuda mucho.

Último descenso hacia Sant Pol, al paso por St. Cebrià estaba el cartel del km 80, y solo quedaban los 10 últimos... nunca pensé que se me harían tan largos... que dolor de piernas! En el repecho de St. Pol me adelantaron 3 ciclistas cuyo dorsal indicaba que estaban participando en la modalidad de relevos, me puse de pié sobre la bici e hice por seguirlos, pero me fue imposible. Estaba a cero.

Llegué a Calella, entré en boxes y le di el chip a Joan Fabre, mi compañero que se disponía a correr el medio maratón final haciendo un tiempo de 1h23'32" y finalizamos los 5os clasificados con un tiempo total de 4h50'11''.

Yo había dicho que intentaría recorrer los 90km en 3h y finalmente lo hice en 2h56'58", por lo que me di por satisfecho, aunque con ganas de volver el año que viene... ya sea haciéndola entera o por relevos... ¿Quién sabe?

Sin duda fue una experiencia muy divertida esto del triatlón por relevos! :)





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